miércoles, 11 de octubre de 2017

Una DUI con DIU


Es el momento de comprobar si la estrategia de Rajoy-Kutuzov es eficaz. El general ruso Kutuzov no se enfrentó a Napoleón y su ejército de las “veinte naciones” en las fronteras de Rusia. Puso en práctica una táctica de “tierras quemadas”, ahora en la versión de “derechos y leyes quemadas”. Dejar avanzar al enemigo, de forma que queme todos sus aprovisionamientos jurídicos. Rajoy-Kutuzov evitan entablar batallas decisivas. Hay quien puede pensar que cometió el desliz del 1 de octubre, pero es dudoso, a pesar del discurso nacionalista, que aquello no fuese más que una simple escaramuza para calibrar las fuerzas policiales de Napoleón.

Cuando Napoleón llegó a Moscú encontró una ciudad en llamas. KRLS-Napoleón llegó a la independencia coincidiendo con la caída de las primeras nevadas empresariales y el frío de la realidad comenzaba a congelar muchos ánimos. Ahora comienzan las auténticas penalidades del ejercito napoleónico, desabastecido de legalidad. El rigor del invierno judicial va a producir muchas y severas bajas en los despachos. Pueden apelar a los derechos humanos y toda la pesca. Pero en la Unión Europea impera el derecho y la ley. Y es justo lo que quemaron a su paso, y con muy malas formas formales, todo sea dicho de repaso. Ya saben: dura lex, sed lex.

Toda la cuestión es un oxímoron que da dolor de cabeza. Desde la CUP dicen que son “independistas internacionalistas”. Es decir, no nacionalistas. Aún no lo entiendo. Pero denme tiempo, que la teoría de la relatividad no la llevo de serie. También dicen que igual toca cambiar el paso. Eso sí que lo entiendo.

La última encuesta que publica el diario Información (creo que el 9 de octubre) confirma lo previsto. Por detrás de los malabares del reparto de escaños (frágil, frágil) las tendencias se marcan cada vez más acentuadas por el postureo con Cataluña. Compromís y Podemos caen.  Eso era de cajón. Subieron de un salto en el calentón de regenerar la política (sin que nadie atendiera a programas o ideologías). Ahora ya, cada vez que abren la boca pierden mil votos. Y claro, la caída de voto a Podemos y Compromís permite a Esquerra Unida pasar barrera y entrar a reparto. En ese panorama de caída de participación, el declive del voto a PSPV y el voto de Ciudadanos queda estable o sube. La duda es el PSPV, que como se le corra el rímel de ojos hacia el nacionalismo, puede hacerle sorpasso un Compromís en caída.     

Para el PP es pronto hacer cuentas. La cuestión catalana borró la corrupción del mapa. Ha sido un reseteo importante del clima político en España. Si Compromís y Podemos insisten en hacerles campaña, el PP regionalista hispánico volverá a ser el partido sencillo, que tomó el tren de la vida. Vamos que “Volverás”.

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