viernes, 19 de mayo de 2017

Me alegra que me haga esa pregunta




Hoy, por validación, he escuchado el club de la comedia en la cadena Ser. Emitían un monologo de Susana Díaz, muy gracioso. Sin duda era un homenaje a los cómicos que en la transición imitaban el hablar de los políticos. No obstante, siempre se aprende y son varios los indicios significativos. El primero, que le iban a hacer un “Cebrián” a Susana Díaz. Por si no lo sabe, se denomina “hacerse un Cebrián” en periodismo a la entrevista diseñada según el modelo del Suzuki “Pajero”, que sin duda inspiro la frase célebre de Torrente: “Nos hacemos unas pajas uno al otro. Pero sin mariconadas”. Es decir, nada personal, es por trabajo. El nombre surge de una entrevista que P. Bueno le hizo a su jefe supremo en la Cadena Ser, al día siguiente de la aparición de su nombre (el de su jefe) en los “Papeles de Panamá” (trama de evasión en paraísos fiscales). Fue un trabajo oral impresionante por ambas partes, dándose gusto pero sin tocarse los “discursos”. Ahora estaba la oportunidad de comprobar si aquello era una cuestión de comer y predicar todos los días, o estructural, también llamado política editorial. Pues me equivoque. Resultó ser espacio publicitario. Susana Díaz colocó el pack completo de emoción, irrealidad e historia de perfil. Impresionante. El problema real es el mismo. Con su diagnóstico el paciente (PSOE) se muere. En mitad de una infección de caballo equivale a ponerse a rezar. No será con evocaciones al ser supremo, por más que Bono esté dispuesto a bendecir la mesa de operaciones, como sacara al PSOE de la postración en la que se encuentra. Hay dos opciones, o su interpretación de lo que ha pasado en la última década es camuflaje electoral (para ganar) o es lo que de verdad cree (sobre lo que hay que actuar). La respuesta aclara si solo se engaña a si misma o a los demás. Es una duda forense, es decir, curiosidad.
Una segunda cuestión importante es la entrada de comentarios. La inmensa mayoría eran contrarios y críticos con la dinámica de la entrevista y el discurso de Susana Díaz. Sin embargo, respaldada como está por el aparato del partido y sus funcionarios, cómo es que nadie cubrió ese flanco, llenando de comentarios elogiosos la página. Un despiste quizás. Pero no es comprensible ese abandono. Quizás los militantes que van a votar no leen o los que importan ya tienen la cartilla leída. Vete a saber.  

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